Nace de la sensación de bienestar que me produce adentrarme en el bosque, y de mi necesidad cada vez más acuciante, de una reconexión con la Naturaleza para restablecer el equilibrio natural del cuerpo, haciendo que su energía fluya en mi interior, dándome vitalidad y conciencia de libertad. Su magia me lleva a un estado espiritual de profunda soledad sosegada que me da fortaleza.
Es un trabaja que trata de plasmar los beneficios inherentes en la relación mutua entre la tierra y la mujer, conexión que ha estado presente desde nuestra existencia, en las diferentes mitologías y en las diferentes creencias.
También es una denuncia a la modernidad, somos esclavos de una sociedad materialista y de patriarcado, que solo busca su bienestar a costa de todo. Es una lucha por recuperar el respeto hacia las dos fuentes de vida: Naturaleza y mujer, darles su lugar y no ser considerados como objetos al servicio de esta sociedad.
Es fuerza, es lucha, es vida, es volver a nuestros ancestros, tomar la energía de la Madre Tierra, algo primitivo, salvaje, brutal, contundente, incluso inquietante, misterioso, pero no exento de belleza.
Por último, es la expresión de mi creciente preocupación por el medio ambiente y el impacto humano en él, trato de mostrar el cordón umbilical que nos interconecta, nuestra existencia separada es imposible.
 “La capacidad de maravillarnos por la vida es una tendencia innata, presente genéticamente en los seres humanos debido a que nuestra evolución ocurrió en medio, y gracias a, la naturaleza”. Edward O. Wilson.
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